El Museo Felícia Leirner alberga 44 esculturas de bronce, 41 de cemento blanco, 2 de granito y 1 de yeso. El conjunto de su obra fue dividido en cinco fases: Figurativa (1950 a 1958), A camino de la abstracción (1958 a 1961), Abstracta (1963 a 1965), Orgánica (1966 a 1970) y Recortes en el paisaje (1980 a 1982).

El visitante puede caminar observando las esculturas y, al mismo tiempo, la naturaleza. La disposición de las obras permite una fuerte interacción, haciendo que las personas sientan el mensaje de la artista en cada una de sus esculturas, pudiendo reinterpretarlas desde nuevos puntos de vista.

En 2009, a través de ACAM Portinari, se inició el proyecto de restauración de las obras del museo.

El restaurador Júlio Moraes fue el encargado de recuperar la colección. La primera etapa del proceso contempló las piezas de cemento, que fueron sometidas a una restauración estructural, desde el mantenimiento del hormigón armado hasta la pintura en color blanco. En la segunda y última etapa, celebrada en 2010, se sustituyeron las bases de ladrillos por cemento visto en las obras de bronce y se pulieron para devolverles el brillo.

La preservación y difusión del legado de la artista plástica Felícia Leirner son las principales preocupaciones de la institución. El museo invierte en la conservación preventiva de las obras con un programa permanente y detallado para evitar que las piezas se desgasten excesivamente con la acción del tiempo.